La caída de una chef aclamada: imperio vegano y estafa millonaria tras un amor engañoso.
Una chef famosa construyó su imperio vegano, pero una relación tóxica la llevó a una estafa millonaria, condena y prisión.
Una historia de amor que comenzó con pasión y éxito en el mundo de la gastronomía terminó en un escándalo que marcó a la industria. Sarma Melngailis, reconocida chef vegana, alcanzó la fama al fundar Pure Food and Wine, un restaurante de alta cocina vegana en Nueva York. Sin embargo, su vida dio un giro dramático cuando se vio involucrada en una de las estafas más grandes del sector gastronómico, llevándola a la cárcel. La relación con su esposo, Anthony Strangis, se convirtió en el centro de una serie de eventos que terminaron con él y con ella enfrentándose a graves cargos criminales.
El brillo de un imperio vegano
Melngailis, oriunda de Massachusetts, demostró desde joven su pasión por la cocina, motivada por ser hija de una chef profesional. Aunque inicialmente se graduó en Economía, la llamada de la gastronomía fue tan fuerte que decidió continuar su formación en el French Culinary Institute de Nueva York. Su primer éxito llegó con el restaurante Commissary y posteriormente con Pure Food and Wine, inaugurado en 2004 junto a Matthew Kenney y Jeffrey Chodorow. Este último rápidamente ganó renombre y elogios, siendo frecuentemente clasificado entre los mejores restaurantes de la ciudad.
La popularidad de Pure Food and Wine lo convirtió en un referente del movimiento vegano, sobre todo gracias a su innovador enfoque de comida cruda. El establecimiento recibió múltiples premios y reconocimientos, incluyendo menciones en revistas gastronómicas de renombre. La apertura de One Lucky Duck Juice and Takeaway en 2007, un local asociado al restaurante, reforzó aún más su imperio vegano.
De éxito a estafa
Los problemas comenzaron en 2009, cuando Melngailis informó que su socio no estaba gestionando adecuadamente las finanzas del negocio. Como resultado, Chodorow decidió prestar más de 2 millones de dólares a Melngailis para que comprara el negocio, confiando en su experiencia financiera. A pesar de las apariencias, la situación no mejoró. En 2016, los empleados comenzaron a abandonar el restaurante debido a la falta de pago y las excusas cada vez más cuestionables de Melngailis.
La trama se complicó aún más cuando ambos, Melngailis y Strangis, fueron capturados tras un intento fallido de escapar de la justicia. El desenlace resultó ser un escándalo que pasó a la historia como una de las estafas más notorias en la gastronomía. Strangis fue arrestado después de realizar un pedido a la cadena de pizzas Domino’s, lo que llevó a las autoridades a localizarlos. Ambos enfrentaron múltiples cargos, incluyendo hurto mayor, fraude y violaciones a las leyes laborales.
En su defensa, Melngailis alegó que Strangis la amenazaba constantemente, amenazando con arruinar su carrera. Este comportamiento la llevó a transferir más de 1.6 millones de dólares de sus cuentas del restaurante a cuentas personales de Strangis, quien presuntamente gastó gran parte de este dinero en casinos.The statement of Melngailis highlights the coercive nature of their relationship: "transfirió más de $ 1.6 millones de sus cuentas comerciales a su cuenta bancaria personal, y Strangis gastó $ 1.2 millones de este dinero en casinos de Connecticut".
Al final, Melngailis se declaró culpable de fraude y recibió una sentencia que incluía cuatro meses de prisión y cinco años de libertad condicional. Mientras tanto, Strangis fue condenado a un año de prisión y debió pagar 840 mil dólares en restitución. Tras los eventos, la historia de Melngailis capturó la atención de los medios, culminando en un documental en Netflix titulado Bad Vegan: Fame. Fraud. Fugitives, que repasa la complejidad de su historia.
En la actualidad, Melngailis se muestra activa en las redes sociales, donde comparte su versión de los hechos. Ésta es una historia que sirve de advertencia sobre los peligros del amor en el mundo de los negocios y las repercusiones de las decisiones mal tomadas. El escándalo de Sarma Melngailis no solo marcó la pauta en lo que respecta a la gastronomía vegana, sino que también dejó claro cómo las tensiones en relaciones personales pueden llevar a consecuencias desastrosas en el mundo empresarial.