Netflix en el banquillo: un juez admite la demanda por difamación relacionada con Mi reno de peluche
Un juez permite que continúe la demanda por difamación contra Netflix y Richard Gadd, tras acusaciones de la protagonista de Mi reno de peluche.
Netflix enfrenta un nuevo desafío legal en medio de su éxito histórico con la serie 'Mi reno de peluche'. Un juez ha decidido que la serie, producida por Richard Gadd, no se puede considerar una ficción basada en hechos reales, lo que permite que la demandante, la verdadera "Martha", continúe con su reclamo por difamación. Esta resolución marca un giro inesperado en la situación, ya que Netflix había intentado desestimar la demanda en meses anteriores.
Detalles del caso de difamación
La demandante, Fiona Harvey, sostiene que la serie insinúa de manera falsa que ella agredió sexualmente a Gadd y que fue encarcelada por acosarlo, afirmaciones que son categóricamente erróneas. A pesar de los intentos de Netflix por desestimar el caso, el juez ha determinado que existen motivos suficientes para que continúe el juicio.
Gadd, por su parte, expuso que sufrió acoso de Harvey durante años, incluyendo situaciones en las que ella lo pellizcaba y le enviaba múltiples correos electrónicos y mensajes perturbadores. Aunque finalmente fue alertada por la policía, Harvey no enfrentó cargos ni pasó tiempo en prisión.
El juez Gary Klausner puntualizó en su veredicto que la serie se abre con la afirmación: "Esta es una historia real", lo que genera en el espectador la percepción de que los acontecimientos representados son hechos verídicos. Sin embargo, la representación de Harvey en la serie se desvía considerablemente de los hechos, lo que presenta un nuevo escenario para la demanda.
Implicaciones para Netflix y el futuro del caso
El magistrado Klausner expresó explícitamente que "hay una gran diferencia entre acosar y ser condenado por acoso en un tribunal de justicia", indicando que, aunque las acciones de Harvey son reprobables, las alegaciones de Gadd en su serie son de una gravedad que puede impactar de manera distinta a la audiencia. A pesar de que su nombre no es mencionado en la producción, muchos espectadores la identificaron a partir de pistas digitales.
En su defensa, Gadd ha aclarado que tanto la serie como la obra teatral de la que se deriva están basadas en sus experiencias, aunque no están diseñadas para ser un relato preciso de los hechos. Curiosamente, él tuvo dudas sobre incluir la declaración de que era "una historia real", pero esta fue solicitada por Netflix.
El juez mencionó la inclusión de esta frase en su fallo, lo cual podría ser interpretado como "mala fe" por parte de Netflix, sugiriendo que la plataforma sabía que había una ficción en la narrativa y decidió presentarla de manera engañosa. La demandante busca una compensación que supera los 170 millones de dólares por daños y perjuicios, un monto significativo que podría tener un fuerte impacto en la reputación de la plataforma.
La mala noticia para Netflix radica en que el caso avanzará y podría convertirse en un juicio largo y complejo que enfrentará a la plataforma con acusaciones serias. A medida que se desarrollen los eventos, tanto la audiencia como los medios estarán atentos a las próximas decisiones legales y su posible repercusión en futuras producciones de la plataforma.