Cuando Maya Kowalski, de 10 años, ingresó en el Johns Hopkins All Children's Hospital en 2016, nada podría haberla preparado ni a ella ni a su familia para lo que estaban a punto de atravesar.
Mientras el equipo médico intentaba comprender su rara enfermedad, comenzaron a cuestionar las verdades básicas que unían a los Kowalski. De repente, Maya estaba bajo la custodia del estado, a pesar de que dos padres estaban desesperados por llevar a su hija a casa. La historia de la familia Kowalski, contada con sus propias palabras, cambiará para siempre la forma de ver la atención médica de los niños.